Siempre hay quien quisiera ser distinto,
nadie está conforme con lo que le tocó.
El de edad quisiera ser un niño
y el rapaz se raspa sus pelusas en flor.
Los que nada tienen quieren algo,
los que tienen algo quieren todavía más.
Para pretender el mundo es largo,
para conformarse se inventado el jamás.
Un señor quisiera ser mujer
y una chica quiere ser señor.
Hasta Dios sueña que es un poder.
Y Mariana quiere ser canción.
La tolerancia es la pasión de los inquisidores.
El buen ladrón quisiera no tener que robar.
Le deben al silencio la voz los ruiseñores.
La eternidad no es más que un truco para continuar.
La libertad sólo es visible para quien la labra
y en lo prohibido brilla astuta la tentación.
Nacer a veces mata y ser feliz desgarra.
¿A quién acusaremos cuando triunfe el amor?
nadie está conforme con lo que le tocó.
El de edad quisiera ser un niño
y el rapaz se raspa sus pelusas en flor.
Los que nada tienen quieren algo,
los que tienen algo quieren todavía más.
Para pretender el mundo es largo,
para conformarse se inventado el jamás.
Un señor quisiera ser mujer
y una chica quiere ser señor.
Hasta Dios sueña que es un poder.
Y Mariana quiere ser canción.
La tolerancia es la pasión de los inquisidores.
El buen ladrón quisiera no tener que robar.
Le deben al silencio la voz los ruiseñores.
La eternidad no es más que un truco para continuar.
La libertad sólo es visible para quien la labra
y en lo prohibido brilla astuta la tentación.
Nacer a veces mata y ser feliz desgarra.
¿A quién acusaremos cuando triunfe el amor?
Y Mariana, de Silvio Rodriguez